Contaminación Lumínica: viajando a la velocidad de la luz

Por: Kristya G. Castro Ortiz

Existen distintos tipos de contaminación. La contaminación lumínica es una de ellas y es tan importante como el calentamiento global, pues forma parte de él. Es cierto, no se le presta la atención ni se dan tantos consejos al respecto, pero eso no quita que sea primordial hacerse cargo de él. Lo más importante de este problema que concierne a todos los que utilizan la luz artificial es que está en sus manos el que disminuya gradualmente. Este mal se define con dañino exceso de luz artificial.

Con sólo apagar el televisor y la luz mientras no se esté utilizando o cuando no la necesitan en la casa y negocio ahorras energía. Al tener los conocimientos suficientes, las personas pueden orientar a otras e informar la importancia de que apaguen las luces de la iglesia, supermercado, gimnasio, escuelas, en fin, todo lo que utilice luz artificial mientras nadie se encuentra en el lugar.

La contaminación lumínica según la página de Internet, astrogea.org impide la contemplación de la belleza del cielo nocturno y la investigación astronómica. Pero, también significa malgastar energía, contaminar el ambiente y contribuir al calentamiento global de la Tierra por las emisiones de carbono (CO2). Además, la contaminación lumínica provoca un gran daño al ecosistema nocturno. Se denota como intrusión lumínica a la pérdida de la privacidad y calidad de vida animal, uno de los efectos inmediatos es que muchas aves tienen accidentes debido a la ceguera.

Asimismo, no sólo influye en el cielo provocando invisibilidad a las estrellas o constelaciones, también actúa en el ser humano. Las personas tienen una hormona llamada melatonina que regula el sueño y fortalece al sistema inmunológico. La oscuridad hace que esta hormona se reproduzca y el sufrir de insomnio se puede deber en algunos casos a la contaminación lumínica.

Según la página de Internet, cienciapr.org, “Puerto Rico se distingue del resto del Caribe por la gran cantidad de luz que emite, asociada a un gran consumo de energía y desarrollos urbanos desparramados”. En la Isla, el asunto es tan grande que la influencia de la luz artificial nocturna emitida llega fuera de la costa extendiéndose al mar. Si se observa a Puerto Rico en una vista nocturna desde el cielo perece una bombilla enorme aunque haya pocas luces encendidas, pues el resplandor de la energía de la luz artificial permanece como parte del País.

Video por: Rose, Yara, Ely, Oana, y José Luis